Hace como que escucha, pero solo oye. Te oye, displicente, con su sonrisilla resabida. Nada más. Escucharte significaría dejarte entrar en su palmo cuadrado de suficiencia. No, no escucha el arrogante, porque esto significaría, por un momento, diluír su Yo en el Nosotros, y no quiere correr ese riesgo: tanta estima tiene de sí mismo que no expone. Tiene miedo.
Tan pequeño es, que la única forma de ser grande es cerrar los oídos, relegar al Otro a los confines del horizonte, donde incluso los gigantes parecen enanos.
Tiene miedo a tener que dejar que ser Yo y contaminarse de Tú, desaciendo la madeja y volviendo al hilo esencial, donde las diferencias son irrisorias, ínfimas.
Cowboy guardián de fronteras, que no Simbad, amigo de lejanos y extranjeros puertos.
Escuchar es darse, y hoy por hoy no sabe. Por eso es arrogante.
Y te resultaría tan glorioso... te darías cuenta de que el Grande mide como tú, ni más ni menos. Conociéndole te reconocerías. Y con él te irías de aventuras, serías funambulista entre dos abismos, le vacilarías al mismísimo Diablo y la fascinación por lo nuevo por bien poco no te rebentaría el pecho, tan auténtico, tan frenético sería el latir de tu corazón. Y conocerías los sótanos que albergan El Club de la Lucha, donde te empezarías a sentir vivo, y sostendrías tus combates hasta que tú, hombre por fin libre, gritases "basta".
Y te acostarías, ya con el alba, orgulloso de haberle aguantado la mirada al viejo Dioniso, tu nuevo camarada.
Pero no. Él es arrogante, ya que más allá de su verdades no sabe ni quiere comprender el mundo.
Yo lo daría por bueno, si después, tras el implacable dictámen de los hechos -te lo dije, flirtear con lo mezquino pasa factura- no echases a correr buscando hombros en que llorar, empequeñecerte, implorar sutilmente el perdón. No es esa la humildad del Caballero, pequeño arrogante. La grandeza del Caballero es la de reconocer sus excesos, sus errores, dándose y poniéndose en pie de igualdad.
Porque todo Caballero respeta al Caballero, ya sea Jedi, Quijote, Capone, Pirata cojo, Casanova, Lanzelot, Vaquilla o D'Artagnan.
Cualquier rincón del mundo
Hace 15 años
5 comentarios:
A veces uno no és que no escuche, és que no entiende; no es que no acepte el error, no sabe que lo ha cometido.
Por ejemplo no es fàcil entender que se pueda poner en el mismo saco el Vaquilla y el Quijote.
Flirtear con el Mezquino tiene consecuencias: romper el ánimo de aquellos que se mueven por algún valor, espíritu o sentido, aunque no sean precisamente los tuyos.
Tu admirada Lunarara -por cierto, bajo otro nick- definió al Mezquino con dos epítetos acertadísimos: "servil y puñalesco". La peor combinación.
Incluso el más quinqui de los vaquillas tiene el mínimo sentido del honor como para aplicar el correctivo adecuado a semejantes basurillas.
A nadie le gusta acudir a una fiesta y acabar siendo sistemáticamente insultado y menospreciado, sin ton ni son, por otro invitado irrespetuoso. Y menos, el colmo de los colmos, con el beneplácito del anfitrión, o cuanto menos, con su pasividad.
Más claro te lo podría decir, pero no es necesario. Apelo a tu inteligencia y honestidad.
Saludos desde Tatooine.
Ah, se me olvidaba:
No me caigas en la tentación de confundir permisividad con lo ruín con "eclecticismo".
No lo harás, ¿verdad?
Como dijo otro participante: "digne d'estudi psicosocial" o així. Curiositat mal entesa? mea culpa doncs.
Hores d'ara encara no entenc com alguns van triar el meu blog per cascar-se Perquè cal reconèixer que els "insultadoS y menospreciados, sin ton ni son, por otroS invitadoS irrespetuosoS" no marchaban de la fiesta, també cascaven! Haver callat!
Si eligieron tu blog fue por algo muy simple de entender: fue porque vieron que tú no tenías intención ninguna de poner un poco de orden...
No lo atribuyas a tu forma de pensar -de ahí al victimismo hay un paso. Simplemente vieron barra libre y arrasaron con todo. Al Mezquino le daba igual tu blog que otro. De hecho, ya hizo varias tentativas, y de donde le echaron se tuvo que resignar a no poder ejercer su matonismo.
Pero bueno, tú ya has reconocido tu parte, y Anakin ya lo da por bueno.
Saludos, una vez más.
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